jueves, 20 de octubre de 2011

Porto

Al pasar de España a Portugal, en seguida se nota el cambio. Los pueblos son lindos y con aire de otro tiempo, con casas pintadas de blanco y viejos sentados al borde de la carretera. Se ven autos de los 80 y 90, que en el resto de Europa son rarísimos.
La ruta por la que entramos, que fue como a la altura de Lisboa, me hizo acordar un poco a la zona de Flores de Uruguay, con campo quebrado, con vacas y caballos y campos alambrados. En el resto de Europa, no es tan común el alambrado, hay más cercos naturales, y hay mucho más agricultura que ganado.
Fuimos a Porto, que es una ciudad bastante grande al norte de Portugal. Nos quedamos en una playa en las afueras, con rambla muy parecida a la de Montevideo pero con océano Atlántico.
La primera noche, apenas llegamos salimos a comer a la rambla. En una calle por ahí, nos encontramos con esta estampa:
Increíble un medio tanque en pleno Porto! Ya me sentí como en casa.
Los portugueses me parecieron gente agradable, aunque casi increíble que sean "los padres" de los brasileros, porque no tienen nada que ver. Son un poco más grises, como melancólicos, me hicieron acordar a nosotros mismos. Debe ser por el frío.
La ciudad vieja de Porto es divina, con una geografía quebrada, con callecitas estrechas y casas con azulejos en las paredes y ropa colgada.


Se nota que no es un país tan desarrollado como los demás de Europa, se ve en la ropa de la gente -no tan "a la moda" como en otros países-, y en la ciudad en sí, que no está "impecable". Para mí eso le da un encanto impresionante, una belleza más auténtica. Debo ser una rea bárbara, siempre me gustan las ciudades más descuidadas, je.
 El río Duero pasa por la mitad de la ciudad, y la parte de la costa es re linda.






 De un lado hay muchos lugarcitos como para comer algo, y del lado de enfrente está lleno de bodegas de vino de Porto (lo que conocemos como Oporto). Nunca había probado, es como un vino tinto mucho más dulce y espeso, y con bastante alcohol (como 20 grados).

No hay comentarios:

Publicar un comentario