martes, 30 de agosto de 2011

Berlín


Antes del viaje no tenía grandes expectativas respecto a Berlín, y suponía que los alemanes eran gente fría y dura. Al contrario, la gente me llamó lo atención por lo alegre y abierta y Berlín me impresionó por lo linda y auténtica.

Los tipos tienen una historia reciente muy fuerte, que todos conocemos en parte y a la que nadie es indiferente porque las cosas que pasaron nos afectan hasta hoy. En Berlín está la primera guerra, la crisis, el fascismo, el racismo, la segunda guerra, la guerra fría y la década del 90; todo ahí panza arriba para que lo vea quien quiera y quien no.
Tiene pocos edificios históricos viejos, porque en la segunda guerra se destruyó gran parte de la ciudad, así que lo que tienen lo explotan al máximo. De las cosas que pasaron en el siglo XX, los tipos tuvieron la capacidad de aprender y de dejarlas plasmadas en la ciudad.

Berlín es el imperio de Prusia; es la nación humillada tras la primera guerra, la sociedad enardecida por el nazismo en la década del 30, el lugar más bombardeado en la segunda guerra; es la ciudad repartida que amaneció un día separada en dos, la gente cantando "somos un pueblo" en Leipzig; Berlín es una ciudad que se reconstruye todo el tiempo, como el ave fénix.

Berlín es todo eso y te lo muestra.

Por eso, Berlín es la Puerta de Brandenburgo, antiguo acceso principal de la ciudad (cuando estaba amurallada), construido por el empreador de Prusia a fines del siglo XVIII.
La estatua que tiene arriba fue robada por Napoleón a comienzos del XIX, y recuperada después. Al recuperarla, le cambiaron el nombre a la diosa que va en el carruaje, dejando de ser la "diosa de la paz", para ser la "diosa de la victoria". Al mismo tiempo, le cambiaron el nombre a la plaza, de "plaza cuadrada" a "plaza de Paris". O sea, el ícono principal de Berlín representa la Victoria de los alemanes sobre París.
O sea que Berlin también es la "pica" que hay entre los dos gigantes de Europa.
Esa plaza presenció la subida del nazismo, ahí se hicieron un montón de desfiles nazis.
Después de la segunda guerra, casi todo lo que estaba en esa plaza quedó destruido y la puerta hubo que arreglarla.
Cuando los soviéticos hicieron el muro alrededor del Berlín Occidental, la puerta quedó en lo que se llamaba "franja de control", una tierra de nadie a la que no podían acceder los berlineses de un lado ni del otro.
Berlín también es la Columna de la Victoria, un monumento que queda antes de llegar al Tiergarten, antiguo parque de cacería del emperador de Prusia.
La columna se hizo en el siglo XIX para conmemorar las tres victorias de Prusia: sobre Dinamarca, sobre Austria y sobre Francia. Hitler la tomó como símbolo de la grandeza de Alemania, y durante la segunda guerra los franceses la quisieron destruir, pero los ingleses y yankis no los dejaron, aunque sí le sacaron las partes que recordaban las victorias sobre Francia.
Berlín es la plaza de Gendarmermarkt, una de las plazas más antiguas, construida en los siglos XVII y XVIII. Ahí está la catedral de los luteranos y la de los protestantes franceses, que emigraron en gran cantidad hacia Prusia en el siglo XVII, porque ahí se les respetaba la libertad religiosa.
Berlín me pareció también una ciudad vivida, con escenas como esta, en una fuente en la Alexanderplatz (antigo centro del Berlín oriental):
Berlín es la capital del país que protagonizó las dos guerras mundiales. En el edificio donde estaba la guardia del emperador de Prusia (la "Nueva Guardia"), hoy hay un monumento que recuerda el sufrimiento que traen las guerras y los totalitarismos. Es una imagen de una madre con un hijo muerto, hecho por un artista alemán que perdió un hijo en la primera guerra y un nieto en la segunda.

La imagen esta ahí con un agujero en el techo arriba por el que entra el sol, la lluvia o la nieve.
En la época de Hitler, en ese mismo edificio había un monumento que recordaba las víctimas "del comunismo", cuando estaban los soviéticos en la RDA, en ese lugar se recordaban las víctimas "del fascismo", y desde el 93, es un memorial para las víctimas "de la guerra y la tiranía", así como para englobar a todos los anteriores.
Berlín fue la nación consumida por el fervor del nacismo. En 1933 en Bebelplatz, una plaza en frente de la Universidad más importante de la ciudad, se llevó a cabo una quema de libros de autores "peligrosos", por ser comunistas o judíos principalmente.

Estas fotos son de un museo que se llama "topografía del terror" donde está lleno de documentos sobre el ascenso del nazismo. Hay una colección "sistematizada" y otras cosas a disposición para quien quiera investigar sobre el tema.
En esa plaza, hoy en día hay un memorial que consiste en un vidrio en el piso al que uno puede asomarse y ver un montón de estanterías vacías.
Al lado de eso, una placa recordatoria:
Es una frase de un libro de los que fueron quemados, de una obra escrita en 1820. La traducción sería algo así:
"Esto fue sólo el principio, porque donde se comienzan quemando libros, se terminan quemando personas".
Cuando me leyeron lo que significaba la frase, se me erizó la piel! La obra en realidad hacía referencia a la Inquisición.
Y bueno, así fue. Terminaron quemando gente. Y en el centro de Berlín hay un memorial que recuerda "a los judíos asesinados en Europa". El monumento se terminó inaugurando recién en 2005, sesenta años después del fin de la guerra. Parece que se discutió mucho dónde hacerlo, cómo hacerlo, quién debía hacerlo.
Lo diseñó un arquitecto judío de Estados Unidos, que nunca dio una explicación "oficial" de cómo interpretarlo.

Son más de 2000 masas de cemento gris, de distintas alturas. Es un monumento en el que uno se puede meter, recorrerlo, y atrás de las columnas hay un museo que recoge historias de judíos asesinados en la segunda guerra.
Yo me quedé con una de las interpretaciones que andan por ahí, que fue la que más me gustó. Al ver de lejos el monumento, no parecen columnas tan altas, pero al entrar, las columnas más altas tienen hasta 4 metros.
Si uno no está adentro, parece un mar gris, fácil de atravesar. Representan las dificultades que atravesaron los judíos en esa etapa. Los primeros obstáculos son fáciles de atravesar, como los prejuicios, o la discriminación sutil. Después de a poco los problemas van creciendo, hasta que terminan sobrepasando a las personas.
A su vez, al meterse ahí adentro es fácil perderse de los demás, cada uno queda sólo, como les pasó a los judíos, reducidos a un número entre muchos.
El memorial, como sea que se interprete, es impactante y para mí lo más importante es que nadie que viva en Berlín puede no saber que eso está ahí.
El otro gran capítulo de la historia de la ciudad vino después de la guerra: la división en cuatro de la ciudad entre las potencias ganadoras, que terminó siendo en dos bloques ideológicos.
La parte soviética es la más "icónica". Esto es en la avenida "Carlos Marx", con el monumento a los viejitos Carlos y Federico, obviamente de la época de los soviéticos:
Este es un edificio del gobierno de la RDA, ubicado en el antiguo cuartel de las SS de los nazis, que quedó "milagrosamente" en pie después de la guerra. Tiene un mural de punta a punta, de estilo soviético.
En frente a este mural pusieron un recordatorio de una represión que hubo en la época de los soviéticos, como "contracara" del pueblo feliz y en crecimiento que se muestra en este mural.
La torre de TV de Alexanderplatz fue construida en el 69 y era un símbolo de la tecnología de los soviéticos, altísima a propósito, para que se viera desde la parte occidental. Algo curioso fue que el sol se refleja en la bola de espejos hiperterraja, y se ve como una cruz. En la época los berlineses llamaron a eso "la revancha del papa", por el ateísmo del régimen soviético.
Berlín es también, sin duda, el muro.
Es el símbolo de la guerra fría, de la demencia del mundo polarizado de esa época. En agosto de 1961, hace exactamente 50 años, los berlineses amanecieron con 40.000 milicos soviéticos rodeando Berlín occidental con alambres de púa. Así evitaban que los que vivían al este de la cortina de hierro pudieran ir a occidente cruzando la calle. Yo lo veo como el resultado de la forma loca en que se resolvió la salida de la segunda guerra, repartiendo un país en pedazos, en medio de un mundo ya partido en pedazos.
El muro cayó en el 89 y sólo quedan 3 partes en pie. En el resto de la ciudad, una línea doble de adoquines en la calle marca por dónde pasaba el muro:

Queda una parte del muro tal cual era en el centro de documentación sobre el muro, y otro en el centro:
En una parte más alejada de la ciudad hicieron una "galería a cielo abierto", dejando en pie un kilómetro y pico de muro, y dándoselo a artistas para que lo pintaran.
Ahí está dibujado el famoso beso entre Breznev, el líder soviético y el líder de la RDA. Parece que el beso pasó en serio, en las celebraciones del 30 aniversario de la RDA, en el 79! Increible, pero era una forma de mostrar solidaridad. Si buscan en internet, van a ver besos así de Gorbachov y de otros soviéticos:
Esta parte del muro muestra con flores, en cada año que duró le muro, cuánta gente murió al intentar pasarlo:
Al final murieron unas 100 personas.
Otro punto icónico, aunque turístico de más para mi gusto, es el "checkpoint Charlie". Se llama así porque era el tercer punto de control de los 8 que había para pasar de un lado a otro del muro (parece que "Charlie" es 3 en código miltar). En realidad es una reconstrucción, o sea 100% pal turismo.
Un símbolo que me pareció interesante son las dos fotos gigantes que pusieron ahí. Mirando hacia el antiguo lado "capitalista" de Berlín, está el soldado soviético que estaba cuidando el 10 de noviembre de 1989, cuando el muro cayó:
Y para el otro lado, está mirando el último soldado yanki:
Estos son sólo algunos ejemplos. Berlín está lleno de edificios históricos de la época de Prusia, de Hitler, de los soviéticos, y siempre hay alguna decisión explícita de qué hacer con ellos. Por ejemplo, el lugar donde está el bunker donde Hitler se mató con su mujer, sigue bajo la tierra, está sellado y no hay intensiones de volver a abrirlo. Los restos del cuerpo fueron cremados y se tiraron al río, con el objetivo explícito de que no exista un lugar que pudiera ser una "meca" para grupos neonazis.
Me encantó esa capacidad de los berlineses de decidir, de poner en símbolos las cosas que forman parte de su historia, de discutirlas y no olvidar. Sin duda que cada símbolo puede ser controvertido: seguro que hay berlineses que están de acuerdo y otros que no, pero las cosas se hacen, se muestran, y uno tiene la sensación de que es una ciudad que crece, se rehace, no olvida y vive auténticamente.
Pienso en los problemas que tenemos en Uruguay para hacer eso, en las discusiones eternas que podrían surgir si se quisiera hacer un memorial de la guerrilla de los '60 y la dictadura. ¿Quién lo haría? Seguro que cualquier artista que se eligiera sería acusado de tendencioso para algún lado. ¿Dónde se haría? En un lugar céntrico no, puede herir suceptibilidades, seguro que lo graffitean (de hecho el memorial de los judíos de berlín demoró en hacerse más de la cuenta porque mandaron hacer una pintura antigraffiti y resultó que la empresa era heredera de la empresa que hacía el gas con el que mataban a los judíos!). Y así, seguirían discusiones parlamentarias, de artistas y de bar, y el memorial nunca se haría...

Escribir El Patito Feo es una pavada

En Alemania está lleno de patos y cisnes en las ciudades.
Así, escribir El Patito Feo es mucho más fácil, je.

jueves, 25 de agosto de 2011

Sexo, drogas y... bicicletas


La zona roja de Amsterdam son unas 6 manzanas donde funcionan shows "eróticos", sex shops, tiendas de souvenirs y puteros. El nombre es en realidad "distrito de las luces rojas", porque ése es el color de las luces donde se exhiben las prostitutas.
Están en vidrieras, como cualquier otro objeto de consumo, y las hay para todos los gustos: flacas, gordas, jóvenes, muñequitas con caras preciosas que podrían trabajar en cualquier tienda o en la televisión, negras, rubias, travestis, minunes infernales y colegialas.

No te dejan sacar fotos, así que tengo estas sacadas "de canuto". Las tipas están ahí exhibiéndose y hablando por señas a los hombres... de vez en cuando alguno se acerca, pregunta cuánto, y a veces entra. En general ellas tienen una puerta atrás, con una cama. Los hombres se mezclan con parejas de curiosos como nosotras y el ambiente no llega a ser del todo promiscuo.
Abundan las tiendas tipo sex shop y tiendas de souvenirs como estas:

La ciudad de amsterdam se identifica a sí misma con las tres equis: XXX, justamente por esta "liberalidad".
Sin embargo, a veces esto se confunde con la libertad respecto a la marihuana. En Holanda es legal su venta y consumo en los locales llamados "coffee shops", donde no se puede vender alcohol. Entonces venden té, cafés, tortas, coca cola, jugos y marihuana.

Nosotros fuimos a uno en Amsterdam y compramos "hachis", que no es porro así con la planta, si no procesado, es como una pasta marrón:
Te lo venden por gramo, 8 euros cada gramo, en una bolsita ziploc y te dan las hojillas para armar.

En esta foto estoy con cara de drogada, pero en realidad el efecto es re suave, como un relajante muscular que te tranquiliza y te dan ganas de irte a dormir.
También venden las semillas para el autocultivo, con un certificado para que sea legal hacerlo en cualquier otro país de la Unión Europea.
Creo que a veces se tiende a mezclar en el carácter "XXX", estas dos facetas, cuando en realidad no tiene nada que ver...

Chiva a full

En Amsterdam está lleeeeno de bicis. Es impresionante!
Esto que se ve enfrente, de 3 pisos, es un estacionamiento de bicicletas, con lugar para 2.500 bicis, y era sólo uno de los que había.
El cartel rojo dice "Amsterdam ama las bicicletas", pero en lugar de Amsterdam, son tres cruces, que son el símbolo de la ciudad, por lo de la zona roja supongo.
Esto es un estacionamiento de bicis en Rotterdam, había uno de esos casi que por cuadra, donde la gente deja las bicis por la noche.
Creo que en Amsterdam hay tantas bicicletas por varios motivos. Primero, porque es un lugar chico y sumamente "manejable" en bice. Hay ciclo-vías en todas las calles y semáforos para bicis, y tienen la preferencia casi siempre. Además, está lleno de gente joven, pero no sólo los jóvenes andan en bici, también los viejos (eso era así también en Bélgica y Luxemburgo). Creo que una persona se declara "dependiente" cuando deja de andar en bici.
Por otra parte, el transporte público en Amsterdam es francamente caro. El ómnibus sale 2,40 euros de día, y las distancias son cortas. De noche, el boleto de bus sale la friolera de 4 euros! En cambio, hay un ferry gratis que cruza a la gente caminando, en bici o en moto, desde y hacia el centro de la ciudad.

I AMsterdam


Amsterdam-y todo Holanda- me encantó. Es una ciudad llena de vida, con canales, casas antiguas y bicicletas.
Esta foto es en realidad en la parte antigua de Rotterdam, donde fuimos antes de Amsterdam: el típico molino con las casitas y las bicis:
Y estas sí son de Amsterdam, divino:

Pero Holanda no es para nada un país "atado al pasado"... En el campo, el paisaje está sembrado de molinos de viento modernos, como flores gigantes de metal:
En la ciudad, la imaginación está al poder en los monumentos y edificios.
Esta es una estatua de Rotterdam:
También en Rotterdam, una obra arquitectónica del 84 que no sé si es muy práctica pero sí que es creativa:

Y se ven "intervenciones urbanas" en cualquier esquina, como este sillón gigante en pleno Rotterdam:
Esta es una máquina en Ámsterdam, en el lugar donde llega el ferry gratuito que cruza hacia el centro. Ahí tenías información turística e histórica y una persona en línea con la que te podías comunicar, tipo chat, y preguntarle tus dudas: