martes, 31 de mayo de 2011

Corte de pelo

En Hoi An (Vietnam, hace como 20 días!) metimos sesión de peluquería con Lu.
Ando con el pelo por encima de los hombros! Un placer...
Van fotitos:



Phi Phi

Una semanita en Phi Phi (Tailandia)...
Algunos bocaditos:


lunes, 30 de mayo de 2011

Malasho

El malayo parece una mezcla de español, inglés y francés, escritos con faltas. Algunos ejemplitos...








Kuala Lumpur


Poco para decir. Fuimos como escala antes de ir a Phuket, para llegar a Phi Phi y nos quedamos dos noches ahí. Tenía muy pocas ganas de ir porque me quería quedar en Camboya, recorrerla más.

Veníamos de un mes de movernos por tierra, habíamos recorrido varios miles de kilómetros, disfrutando de los cambios graduales, de ir viendo terrenos áridos convertirse en praderas de a poco. Hasta ese momento los cambios más bruscos se habían dado al atravesar las fronteras China/Vietnam y Vietnam/Camboya, pero el cambio de subirse al avión en Camboya y bajar en Malasya, fue salado, no me gustó.

Kuala Lumpur es una ciudad moderna, que básicamente se formó a fines del siglo XIX y creció en el XX. Es una ciudad linda y cuidada, pero para mi gusto, le falta encanto.

Lo que más me gustó fue la convivencia de culturas que hay. La población se divide en tres grandes grupos:

- Chinos

- Indios

- Musulmanes.

Está bueno porque conviven pacíficamente y es común ver una china de minifalda al lado de una musulmana toda tapada y en seguida una india con el tercer ojo rojo en la frente. Vi avisos de celulares, por ejemplo, que mostraban amigos de los tres grupos, compartiendo.

Dentro de los musulmanes, hay de todo: mujeres de burka, que sólo muestran los ojos (maquilladísimos) en pareja con hombres de bermudas y gorrito de vicera, mujeres vestidas a lo “virgen María” en pleno shopping tecnológico, mujeres vestidas al estilo occidental y con un velo moderno, a juego con el resto de la ropa, a veces con estampados o lentejuelas.



Creo que los musulmanes son el grupo más influyente en las costumbres: el alcohol es carísimo porque tiene muchos impuestos y en muchos lugares ni siquiera venden. Veníamos de Camboya, donde en cualquier bar lindo se podía tomar un chop de cerveza helada por medio dólar y pasamos a 7 dólares el chop, ó 3 en happy hour (de tarde).

Al lado de los vietnamitas y camboyanos, los malayos nos parecieron los reyes de la mala onda. Tal vez sea por lo de gran ciudad, pero eran muy antipáticos.

Me faltan cosas de Camboya y Vietnam

Estoy tratando de escribir en mis ratos libres sobre la guerra de Vietnam y sobre el régimen del Khmer rojo en Camboya, dos temas que me dejaron pensando mucho.
Viene lenta la cosa, pero ya va a llegar.
Por ahora, sigo con cositas más fáciles de digerir...

domingo, 29 de mayo de 2011

3 días en Camboya


Apenas entramos a Camboya, se empezaron a ver diferencias con Vietnam... Lo más evidente es que es un país mucho más pobre. El costado de la carretera está poblado, pero no llegan a ser ciudades. El paisaje es rural, con vacas flacas salpicadas aquí y allá y patos y gallinas entre las casas. En China y en Vietnam se nota que toda la tierra está aprovechada, con cultivos hasta el borde mismo de las ciudades y mismo en los jardines también.

En general las construcciones son de madera sobre pilotes, porque en la estación de lluvias (junio a octubre), el principal lago se desborda y queda casi todo el país bajo agua. Son casas sencillas, abiertas, se vive afuera y con la puerta abierta. Igual que en Vietnam, en general la gente se sienta en el piso, seguramente por el calor. Está lleno de hamacas paraguayas hechas de red, se sientan a charlar en torno a ellas como en Vietnam lo hacían en banquitos chiquitos de plástico. Hay mucha gente, en especial niños, por todas partes. Niños trabajando, niños jugando, niños en la escuela, niños pidiendo, niños llorando, niños corriendo. Muchos niños.

La infraestructura es mucho más básica: la carretera por la que fuimos está en buen estado pero los demás caminos son de tierra, que con las lluvias resulta barro. Para cruzar un río importante, hay una especie de barco de punta a punta, pero no hay puente. Especialmente en China pero también en Vietnam, se veían obras públicas bastante seguido, carreteras, puentes, escuelas. En Camboya se ven algunas obras paradas y nada más.

El camino está salpicado de puestos callejeros, tipo feria, donde venden fruta y carne, sin heladera y lleno de moscas. Se ve mucha basura en todos lados, basura urbana que inunda el campo y la ciudad.

"El" medio de transporte es la moto, pero muy salado...! No es raro ver 3 ó 4 adultos en una moto, o 3 adultos y 2 niños hechos sánguche. Si no, agregan un trailer a la moto y ahí van hasta 15 personas, o transportan cualquier tipo de carga con gente arriba, una locura total...!

Lo que me pareció más triste de Camboya es la cantidad de gente que pide en las calles: niños harapientos, viejos viejísimos, jóvenes mutilados por minas que quedaron de la puta guerra de Vietnam... Y más triste aún, la desigualdad flagrante, que junta las 4x4 con las motos y las moscas de los mercados.

Con todo eso, estar en Camboya es una experiencia fuerte, por momentos dura pero a la vez fascinante. Porque junto con esa pobreza que a veces pega como una cachetada y me hace sentir la más burguesa, la más occidental, la más turista, se encuentra una gente divina. Gente tranquila, amable, gente que te trata de igual a igual. Los colores por todas partes, los cantos que vienen de lejos, el olor del incienso en la calle, el pescado asado, el sonido de las bocinas, los niños corriendo... Todo eso resulta en un colllage agridulce del que apenas pude saborear un poco.
Algunas estampas del tráfico en Camboya:







La guerra de Vietnam

Creo que a los uruguayos y a los occidentales en general, Vietnam nos suena a guerra. Recorriendo Vietnam, es difícil imaginar el conflicto al ver la gente que es re pacífica. Hay lugares concretos donde se recuerda la guerra. Por ejemplo, en la mitad de Vietnam, se encuentra la zona desmilitarizada que dividía el norte y el sur durante el conflicto. La ciudadela de Hué (desde donde gobernaba el emperador) fue bombardeada por los yanquis durante la guerra.

Rascando un poco más, se pueden percibir rastros invisibles. Quienes viven en la antigua capital de Vietnam del sur, la siguen llamando Saigón a pesar de que se llama ciudad Ho Chi Minh desde la década del 70 (nombre nada casual: Ho Chi Minh es el héroe nacional de Vietnam, líder del partido comunista, originario del norte, murió antes de que terminara la guerra).También percibimos el recelo que existe entre los habitantes del sur y los del norte. Los del norte dicen que los del sur no tienen valores como la amistad y la familia, que se venden por plata, que son consumistas. Los del sur dicen que los del norte son cerrados, que se quedaron en el pasado, que son antipáticos.

De la guerra en sí yo sabía poco: una guerra importante en el contexto de la guerra fría, los yanquis intervinieron contra el Vietnam comunista con el pretexto de frenar el avance de ese tipo de regímenes en el mundo. Los yanquis perdieron. Punto. No sabía nada más.

Con esas pocas ideas llegué al museo de la guerra en Ciudad Ho Chi Minh. Se empieza por el piso de abajo, donde se recogen las manifestaciones de apoyo a Vietnam (del norte) en el conflicto. Fotos de marchas en todo el mundo (incluido Montevideo), pancartas, testimonios de gente, posters de propaganda, artículos sobre gente de todo el mundo que se quemó viva para manifestarse en contra de la guerra. En los siguientes pisos, hay fotos de la guerra y las consecuencias que tiene hasta hoy, cuando se siguen encontrando minas sin explotar, mutilando gente que nació después de la guerra. Hay también una parte especial sobre las armas químicas (napalm, factor naranja y otras) y las consecuencias que tienen hasta hoy, donde niños siguen naciendo con enfermedades a causa de modificaciones en el ADN de sus padres. El museo recoge también el rol de los fotógrafos y periodistas de guerra, que fue central para generar el rechazo a la guerra en la opinión pública del mundo. Las fotos que hay son increíbles, parecen salidas de una película (aunque claro, debe ser que las películas parecen de verdad), fotos de soldados yanquis matando desde un avión, o llorando en una base, o escribiendo cartas y fotos niños muertos, campos destrozados, viviendas de madera quemadas por tener libros comunistas. De a ratos daban ganas de matar a todos los yanquis, de gritarles en la cara que son una sociedad de mierda. Me acordaba de un tipo que vi en Xian con una remera que decía “proud parent of a US marine” y me daba un asco increíble. Pero al mismo tiempo miraba la cara de los soldados en las fotos y veía que eran unos nenes, veía los nombres y abundaban los Rodríguez… Entonces la cosa es más compleja… Hay sufrimiento de los dos lados, por dos pesos, por una fábrica de caucho, por una hegemonía política. Mientras los Johnson y los Kennedy daban órdenes, sus hijos iban a la escuela y se llenaban la boca hablando de democracia, en Vietnam se rompían pueblos enteros y miles de chiquilines se convertían en futuros veteranos de guerra, locos y olvidados.

Salí del museo con el alma apretada, sintiendo que el mundo es un lugar jodido, que el ser humano es capaz de cosas horribles por nada, por una ideología, por poder.

El idioma en Viet nam

Después de salir de China, donde los carteles son indescifrables salvo que estén también en inglés, fue una alegría llegar a Vietnam, donde se escribe con letras occidentales (con algunas pequeñas diferencias). Después, recorriendo vimos que los edificios antiguos tienen letras chinas. Averiguando un poco, supimos que hasta principios del siglo XX se utilizaban los símbolos chinos para escribir, donde cada símbolo es una sílaba. Supongo que por eso ahora la mayoría de las palabras las escriben separadas por sílabas (“Xin chao”=”hola”; “Cam on”=”Gracias”; “Viet Nam”; “Ho Chi Minh”).

De todos modos, en Vietnam –a diferencia de lo que pasaba en China- mucha gente habla en inglés, especialmente en los lugares turísticos. Eso hace mucho más fácil la comunicación, pero se pierde la emoción de hacerse entender. En China un día queríamos saber si una comida era pescado y como no nos entendíamos terminamos dibujando uno con carita y todo y un signo de pregunta después. En Vietnam cualquiera en la calle habla inglés, así que por más que intentáramos decir “xin chao” y “cam on”, nos respondían con un “hello” o un “you are welcome”.

Frío/calor en Vietnam.

En Vietnam es muy común ver mujeres abrigadas en pleno sol: con guantes, medias de nailon, pañuelo al cuello, camperita y gorro vietnamita. Al principio pensábamos que era una extraña forma de combatir el calor, al estilo de los árabes con sus túnicas y sus pañuelos. Pero no. Hablando con varias vietnamitas, nos dijeron que de ese modo se cuidan del sol. Valoran mucho una piel blanca, porque dicen que las hace parecer más jóvenes y les parece insólito que nosotras nos tiremos al sol.

En la playa, las adolescentes andan de vaquero y remera y así se meten al agua. Las más viejas, simplemente esperan al atardecer para bajar a la playa.

La foto es de Nha Trang. 35 grados!



Parece mentira las cosas que veo...



Van algunas estampas cotidianas de Vietnam:

EL CABLERÍO:
Los cables en Vietnam son una locura, mezcla de electricidad, teléfono y no sé que más...
Un botón de muestra:






LA MEZCLA DE LO MODERNO Y LO TRADICIONAL
Yo pensé que los gorritos eran más bien para la foto, pero se usan y mucho. Esta foto es de ciudad Ho Chi Minh, que es más rica que Hanoi y donde conviven jóvenes que visten a la moda, toman café helado y se juntan en una plaza, con vendedores ambulantes de sombrero típico y cargando la mercadería con un palo sobre los hombros.





EQUILIBRISTAS
No es un caso raro, no... Vi varias personas sentadas como el de la foto, comodísimos durmiendo la siesta bajo un árbol, arriba de la moto!




EL VIETNAMITA ES MUY DE JUNTARSE
Se los ve en las plazas y en todas partes, jugando a las cartas, compartiendo algo de comer o simplemente charlando en ronda. Esta foto es en una plaza de Ho Chi Minh. La posición es la típica de los asiáticos, se pasan horas en cuclillas.
Imperdible la posición del que está arriba de la moto.




LA INDUSTRIA DEL CASAMIENTO
En los países de Asia que hemos estado hasta ahora, parece que funciona mucho "la industria" de los casamientos, con vestidos de novia, fotos y demás parafernalia. Esta foto es en un museo de Ho CHi Minh, una pareja sacándose fotos (no sabemos si eran de verdad o era una publicidad). Parece haber triunfado la vestimenta occidental, novia de blanco y hombre de traje.




EL PARTIDO COMUNISTA
En Vietnam hay una "democracia" con un partido único que es el partido comunista. Por todas partes había banderas con la hoz y el martillo y carteles anunciando las elecciones parlamentarias del 22 de mayo.








viernes, 20 de mayo de 2011

miércoles, 11 de mayo de 2011

Redacto: Vietnam

Me encanta Vietnam.
La gente es amable y sonríe mucho. Los paisajes son impresionantes, preciosos. Tiene mucho de estampa de libro sobre el sudeste asiático y a la vez está llena de vida, de tráfico, de caos humano y lindo. Hay algo que no puedo transmitir bien y que me hizo sentirme en un lugar conocido.
Apenas cruzamos la frontera con China, ya empezamos a ver las pequeñas parcelas verdes sembradas de arroz y la gente trabajando la tierra, con gorros cónicos. Estampas como pintadas por todos lados.
Hanoi, la capital, es un lugar increible, con miles de motos que circulan inexplicablemente sin chocarse, donde cruzar la calle al principio parece una odisea pero después se entiende que hay que fluir entre el tránsito porque cada uno tiene un lugar en el caos.















La bahía de Halong es mágica, no hay foto que le haga justicia. En realidad es una gran extensión de agua verde con morros salpicados por todos lados e islas con grutas. El paisaje no se parece a nada que haya visto antes y estando ahí hay que llenarse los ojos y los pulmones del lugar, porque cuesta creerlo.
Pasamos por Hue y ahora estamos en Hoian, una ciudad con playa y callecitas angostas con tiendas de ropa por todas partes.

domingo, 8 de mayo de 2011

Yo te vi en un tren

(Esta entrada va sin tildes, estoy en la compu del hostel)

Lo mejor del viaje por China fue haberlo hecho como lo hicimos, a pulmon, manejandonos a pura intuicion y lonely planet, sin tours contratados ni guias.

Un viaje en tren es como un condensado de China, con sus olores, sus sonidos, su gente, comidas, sensaciones.

Pasamos un dia entero en un tren de Shanghai a Beijing sin asiento; dos noches en tren con cama (se llaman "hard bed", son como cuchetas) de Taiyuan a Xian y de Xian a Mianyang; 26 horas de corrido de Chengdu a Guilin y una noche mas entre Guilin y Nanning. Ver mapa

En esas horas de tren (unas cuantas!) vimos muchas de las cosas que "salen mucho" en China:

--> El chino chusma
Se meten en cualquier conversacion, estas sacando una foto y meten la cabeza, con el infaltable gesto de "peace and love" (que vimos que tambien sale mucho). En el tren de Shanghai a Beijing estabamos sentados en una mesa cuatro de nosotros con dos chinos y estabamos discutiendo con lapiz y papel que pasajes de tren comprar. De repente y sin previo aviso, uno de ellos (muy amable hasta el momento) nos saco el papel de las manos y se puso a leer abiertamente y a mostrarle al otro (a quien no conocia)

--> La china coqueta
Los chinos en general se preocupan mucho por la estetica, "consumen" mucho la imagen. Las chinas en prticular se arreglan mucho, con estilo occidental pero exagerado y como son muchas, con mucha variedad. Usan mucho tacos altos, incluso en el tren: hay que verlas con sus tacos trepando la cucheta de tres pisos!
Usan muchos productos de belleza. Aca se usa la piel blanca y la cuidan mucho, con parasol en la calle incluso. Asi es que Nivea, que en Uruguay vende bronceador sin sol, en China vende cremas blanqueadoras.

--> La comida con olores
Comen durante todo el trayecto, salvo despues de que se apaga la luz (entre las 22 y las 6 aprox). Comen todo tipo de cosas, todas envasadas. No sale nada el tupper desde la casa, todo es comprado. Consumen mucho mucho ese tipo de cosas, tambien por la calle.

--> El desconocimiento de lo occidental.
China es enorme. La cultura china esta salada. Escriben distinto al resto del mundo. Su contacto con lo occidental es, en general, escaso (salvo en Shanghai y Beijing). En los trenes, llamabamos muchisimo la atencion, nos miraban como si fueramos seres extranos. Si hay ninos, al ver a un occidental los adultos los hacen saludar y decir "hallooo", siempre con risas nerviosas. Contestarles "nihaooo" es una risa asegurada.

--> El gargajo con ruido
El peor tren fue el ultimo, Guilin-Nanning. El tren venia de 3 dias de viaje cuando nos subimos. En la cama que nos toco ya habia dormido gente. En el compartimiento de al lado habia una gallina. A la entrada habiamos visto un raton muerto. Un asco total y encima nos habia tocado a todos separados.
Asi que entramos, ya eran las 11 y media de la noche y se notaba que habian prendido las luces para que entraramos nosotros pero la gente venia durmiendo desde antes.
El tipo que dormia en la litera arriba mio roncaba como un hijo de puta! Salado, salado. Para dormir me tuve que poner los auriculares a todo volumen.
De a rato en rato, se despertaba, uf! Que alivio, no ronca mas -pensaba- Pero no. Justo ahi, lo sentia, que juntaba fuerzas y gjgjrrrstp...! gargajo! Que hijo de puta! No pregunten a donde escupia, no lo se. Yo solo me ponia chiquita y me tapaba la nariz con un panuelo, deseando dormirme rapido...

--> El chino que te ayuda hasta el final
Lo deje para el final porque es lo mas lindo de la gente de China. El que te puede ayudar, te ayuda a morir. En general es la gente joven, que entiende ingles y tiene una mentalidad abierta. Cuando ibamos a Xian teniamos los minutos contados y teniamos que hacer muchas vueltas complicadas. Nos hicimos un amigo en el tren que nos escribio todo lo que teniamos que hacer y se bajo con nosotros, nos ayudo a comprar los tickets para los sigueientes dias (una ayuda vital porque los que atendian en la estacion no hablaban ingles), nos acompanho a la estacion de omnibus, nos compro los boletos, nos acompanho hasta el omnibus que nos teniamos que tomar y nos indico como y a que hora volver. Todo eso un lunes a las 7 de la manhana despues de un viaje de 15 horas. Un divino. Y no fue el unico, a lo largo del viaje muchos nos ayudaron, incluso bajandose del omnibus antes para acompanharnos al lugar que estabamos buscando.
Estando en Guilin, una chica se nos acerco y nos pregunto de donde eramos. No entendio nada nuestra respuesta, pero nos dijo un "Im glad youre here" con una sonrisa enorme y llena de choclo y salio corriendo, riendose sola.

jueves, 5 de mayo de 2011

De Pingyao a Chengdu (recortes de mails)

Estuvimos en Pingyao, no sé si te acordás la ciudad amurallada que me había recomendado Guzmán. Estuvo buenísimo, super linda y bien distinta a la locura de Beijing y (sobre todo) Shanghai. Alquilamos dos bicicletas "tandem", de esas de a 3, re divertido! Después subo algún videito.

De Ping yao tomamos bondi para Taiyuan, donde tomamos tren a Xian, nuestro primer tren con cama. El primer tren largo que nos tomamos fue el de Shanghai-Beijing, que fue aquel que perdimos y terminamos viajando durante todo el día y sin asiento. En el primero nos había llamado la atención que los chinos comen todo el tiempo, cualquier cosa, sopas ultracondimentadas, patas de pollo con garra y todo, carne, cosas asquerosas! Ta heavy fumarse ese vaho! El de la noche está mucho mejor porque teníamos una cama cada uno, son como cuchetas de tres pisos, finitas, con un colchón fino, almohada y acolchado. A las 22 apagan la luz y todos se acuestan. Al otro día te despiertan a los gritos, pero se duerme re bien. En ese viaje perdí mis lentes de armazón, una cagada!! así que ando medio ciega, dependiendo de los de contacto.

En Xian es donde están los guerreros de terracota, estuvo bueno eso también, aunque más tipo "museo". Estoy viendo que me gusta más ver lugares más "vividos", los lugares donde sólo hay que mirar me aburren un poco.

Después de Xian tomamos tren a Mianyang, una ciudad que nos servía de trampolín para llegar a Jiuzhaigou. Ese fue nuestro segundo viaje en tren en la noche. En Mianyang tomamos bus a Jiuzhaigou. Parece todo simple pero son ciudades enormes donde muy poca gente habla inglés, entonces ir de un lado a otro con los bolsos y todo es una odisea!

Ahí tomamos bus a Jiuzhaigou que salía supuestamente a las 10 de la mañana. Estuvimos esperando hasta las 11 para que arrancara y en eso se armó un lío bárbaro! Empezaron a las puteadas unas viejas con la guarda del ómnibus, pero gritos mal! Hemos notado eso, son muy gritones los chinos! Especialmente en el interior. Se hablan re fuerte, enojados.Entre pitos y flautas salimos a las 12 hacia Jiuzhaigou. A eso de las 14.30 el bondi paró en un pueblito en la mitad de la nada en una especie de bar sin ninguna formalidad. Había baños (inmundosss los baños acá son muy asquerosos!) y comida, onda ibas y te servías pero no estaban los precios. Ahí comi un chop suey que crei que era de verduras pero resultó tener zarpados pedazos de grasa. Wakalaaaaa, todavía lo pienso y me dan ganas de vomitar!! Un asco mal. Me intoxiqué y estuve dos días con vómitos y diarrea. Ahora estoy mejor aunque sigo asqueada. Después del bar (nos cobraron al final, ahí medio ad hoc) volvimos al bondi, con tremendo olor a chinooo mal. El camino hacia el final se puso re sinuoso, divino, tremendo paisaje, pero con el chop suey adentro estuvo de menossss, casi vomito.

Llegamos a la terminal de Jiuzhaigou re pintados, no habíamos visto ningún hostel ni teníamos idea de dónde estábamos. En la estación estaban los típicos "buitres" que ya conocemos, queriendo negociar el precio del taxi. Estuvimos cerca de 1 hora regateando, nosotros sin saber a dónde nos tenían que llevar. Empezamos ofreciendo 20 yuanes por cada taxi (nos teníamos que tomar 2) y terminamos en 120 los 2. Resultó ser a 55 kilometros de la estación, así que el precio estuvo bien (para llevar a pesos hay que multiplicar por 3). Llegamos obviamente de noche, al lugar que imaginábamos agreste y con un pequeño hostel y resultó ser una ciudad grande y hasta con Sheraton! Los tipos nos dejaron en un hotel que por suerte nos salió bastante barato (para lo pintados que estábamos nos podrían haber re embatatado), aunque sin wifi ni desayuno, bastante de mala muerte pero nos sirvió.

Esa noche encontramos un hostel cerca de ahí que tenía una mina que hablaba inglés (en nuestro hotel no hablaban ni palabra, es desesperante! a veces te hablan en chino y si no entendés te lo escriben en chino, como si fueras a entender!) y nos explicó que el parque era a 15 minutos caminando de ahí y que la entrada salía 310 yuanes! Carísimo! casi 1000 pesos! Y era solo por un día! Pero bueno, habíamos hecho tremenda travesía para llegar ahí, y había que ir.

Los paisajes, espectaculares, unos lagos divinos como los de la foto, pero la forma de disfrutar de los chinos es reee china! Tienen unas plataformas de madera adelante de los lagos, entonces, se bajan del bondi, se suben a la plataforma, se sacan la foto con el lago de fondo y después suben al bondi para ir al próximo paisaje, a hacer lo mismo. En los bondis, se empujan y corren por agarrar un asiento a pesar de que está lleno de bondis y que se supone que están de vacaciones! Es enfermizo el ritmo que tienen..! Nosotros queríamos sentarnos a la orilla y mojarnos los pies en el agua hermosa, pero no encontramos bajada y a las 15.30 nos sacaron del culo para afuera "last buuuuus" y así arreandonos hasta el bondi.

Finalmente, con lo caro que era entrar y como de Jiuzhaigou a Chengdu teniamos un bondi de 9 horas y después en seguida el tren de 25 horas, adelantamos la venida y por eso nos vinimos hoy a Chengdu, vamos a dormir aca y mañana a las 16 nos vamos a Guilin, nuestro último destino en China.
Menos mal que cambiamos, porque el viaje en bus hasta aca estuvo saladoooo! Adelante nuestro venia una pareja, el hombre doblado de dolor desde que se subio, se paso las 9 horas vomitando de una forma intransmitible, con gritos como de poseido, un ascooo!! El bondi paró para que la gente fuera al baño, habia un baño publico que habia que pagar 1 yuan, no te puedo explicar que asco...! Muy muy sucio y sin puertas, aca no hay sentido de la privacidad como lo tenemos nosotros, las chinas se agachan a mear conversando con la de enfrente, se limpian ahi nomas y salen prendiendose el pantalon! Yo con todo el panorama y los antecedentes del hombre vomitando termine vomitando ahi. Después me pase las 8 horas de bondi por caminos sinuosos con una toallita húmeda de bebé en la nariz para no sentir los olores del bondi. Parecía una europea asquerosa, una occidental a la n!!


Bu ia

Vamos entendiendo de a poco cómo manejarnos en China. Cuando fuimos a la muralla, el conductor nos bajó a mitad de camino, directamente donde estaban unos tipos ofreciendo alquiler de minibús. Caímos como angelitos y nos bajamos del ómnibus, pero logramos conseguir otro ómnibus, orientarnos y finalmente llegar a la muralla. A partir de esa experiencia, entendimos que hay un implícito para “cagar” a los turistas, los tipos que alquilan minibuses les piden a los conductores de los buses de línea que lo hagan y éstos lo hacen. En la peripecia que nos llevó a la Muralla (un viaje de 1 hora y media que nos llevó 5 horas), dimos con un yanqui (dicho en el sentido general, no sabemos de dónde era) que da clases de inglés en Huairú y que nos enseñó a decir “no quiero” en chino: “bu ia”. Palabras mágicas. Cuando los vendedores se ponen pesados, alcanza con un “bu ia”. La segunda vez que nos quisieron bajar del bondi para caer en manos de los “buitres”, respondimos con un amable “bu ia” y seguimos adelante.

Sensaciones

La experiencia de China está siendo muy salada. Absolutamente todo es diferente. La forma de comportarse de la gente, los olores, los sonidos, las calles. Ayer íbamos por Taiyuán, una ciudad a mitad de camino entre Beijing y Xian, y vi una esquina que me recordó a Avenida Italia y Bulevar Artigas, frente a Tres Cruces. En ese momento caí en la cuenta de cómo facilita las cosas estar en un lugar conocido, en aspectos casi imperceptibles. En estos 15 días que van del viaje, nos enfrentamos todo el tiempo a lugares desconocidos, gente desconocida, reglas diferentes. Intento absorber todo, llenarme de este mundo inmenso, lejano y a la vez tangible. Nuestro grupo de viaje es un refugio, una familia itinerante.

Otro collar

Las cosas de China que publiqué hasta ahora las subió Andrés porque desde China no se puede acceder al blog (ni a facebook, ni a youtube).
Ahora estoy en Vietnam, donde no se puede acceder a facebook pero sí al blog (iupi!). Tengo algunas cosas escritas de China que voy a subir ahora y otras ideas que iré escribiendo en estos días. Supongo que la experiencia seguirá decantando y puede que después vengan más.
Por ahora, adelanto que hace un día que estoy en Hanoi y me parece genial. Mañana nos vamos a la bahía de Halong y a la isla de Cat Ba.