domingo, 29 de mayo de 2011

La guerra de Vietnam

Creo que a los uruguayos y a los occidentales en general, Vietnam nos suena a guerra. Recorriendo Vietnam, es difícil imaginar el conflicto al ver la gente que es re pacífica. Hay lugares concretos donde se recuerda la guerra. Por ejemplo, en la mitad de Vietnam, se encuentra la zona desmilitarizada que dividía el norte y el sur durante el conflicto. La ciudadela de Hué (desde donde gobernaba el emperador) fue bombardeada por los yanquis durante la guerra.

Rascando un poco más, se pueden percibir rastros invisibles. Quienes viven en la antigua capital de Vietnam del sur, la siguen llamando Saigón a pesar de que se llama ciudad Ho Chi Minh desde la década del 70 (nombre nada casual: Ho Chi Minh es el héroe nacional de Vietnam, líder del partido comunista, originario del norte, murió antes de que terminara la guerra).También percibimos el recelo que existe entre los habitantes del sur y los del norte. Los del norte dicen que los del sur no tienen valores como la amistad y la familia, que se venden por plata, que son consumistas. Los del sur dicen que los del norte son cerrados, que se quedaron en el pasado, que son antipáticos.

De la guerra en sí yo sabía poco: una guerra importante en el contexto de la guerra fría, los yanquis intervinieron contra el Vietnam comunista con el pretexto de frenar el avance de ese tipo de regímenes en el mundo. Los yanquis perdieron. Punto. No sabía nada más.

Con esas pocas ideas llegué al museo de la guerra en Ciudad Ho Chi Minh. Se empieza por el piso de abajo, donde se recogen las manifestaciones de apoyo a Vietnam (del norte) en el conflicto. Fotos de marchas en todo el mundo (incluido Montevideo), pancartas, testimonios de gente, posters de propaganda, artículos sobre gente de todo el mundo que se quemó viva para manifestarse en contra de la guerra. En los siguientes pisos, hay fotos de la guerra y las consecuencias que tiene hasta hoy, cuando se siguen encontrando minas sin explotar, mutilando gente que nació después de la guerra. Hay también una parte especial sobre las armas químicas (napalm, factor naranja y otras) y las consecuencias que tienen hasta hoy, donde niños siguen naciendo con enfermedades a causa de modificaciones en el ADN de sus padres. El museo recoge también el rol de los fotógrafos y periodistas de guerra, que fue central para generar el rechazo a la guerra en la opinión pública del mundo. Las fotos que hay son increíbles, parecen salidas de una película (aunque claro, debe ser que las películas parecen de verdad), fotos de soldados yanquis matando desde un avión, o llorando en una base, o escribiendo cartas y fotos niños muertos, campos destrozados, viviendas de madera quemadas por tener libros comunistas. De a ratos daban ganas de matar a todos los yanquis, de gritarles en la cara que son una sociedad de mierda. Me acordaba de un tipo que vi en Xian con una remera que decía “proud parent of a US marine” y me daba un asco increíble. Pero al mismo tiempo miraba la cara de los soldados en las fotos y veía que eran unos nenes, veía los nombres y abundaban los Rodríguez… Entonces la cosa es más compleja… Hay sufrimiento de los dos lados, por dos pesos, por una fábrica de caucho, por una hegemonía política. Mientras los Johnson y los Kennedy daban órdenes, sus hijos iban a la escuela y se llenaban la boca hablando de democracia, en Vietnam se rompían pueblos enteros y miles de chiquilines se convertían en futuros veteranos de guerra, locos y olvidados.

Salí del museo con el alma apretada, sintiendo que el mundo es un lugar jodido, que el ser humano es capaz de cosas horribles por nada, por una ideología, por poder.

1 comentario:

  1. Ñata linda, que bien que contas lo que estás viviendo...y lo cruel de esa guerra (como serán todas). Al mundo los Yanquis mentían sobre lo que estaban haciendo, sobre los horrores que cometían. Si bien algo se sabia por fuera. Pero la matanza de gente, pueblos y campos, familias enteras y las consuencias de los productos que tiraron...Eso fueron y siguen siendo. Hoy, sin guerra fría, están haciendo lo mismo con Irak y Afganistán. "Los demócratas del mundo, los que rezan a Dios". Después critican al mundo musulmán por sus costumbres "No Occidentales". ¡Hay que tener tanto cuidado cuando señalan los pecados de ese mundo árabe!Los tienen obviamente, pero las verdaderas razones de esa manija están ocultas...y son las mismas que provocaron esa guerra que nos contas...y otras: El poder, el dinero, los recursos ajenos.

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