Una cosa de locos

Una de las experiencias más lindas del viaje fue la visita a la clínica psiquiátrica de La Borde, cerca de Blois, a unos 200 kilómetros al sur de Paris. Nunca fui a una clínica psiquiátrica en Uruguay, pero sin duda no me la imagino así.

En La Borde está sólo la gente que quiere estar ahí, y pueden entrar y salir cuando quieran. Es como una casa de campo, con animales, cancha de fútbol y un parque. Cada día tienen actividades distintas y cada uno puede elegir qué hacer. Tienen actividades en Blois, la ciudad cercana, y quienes manejan son pacientes, que de esa forma "pagan" parte del tratamiento.

Nosotros pasamos ahí una mañana, hasta después de comer. Nos recibió César, un psicólogo chileno que trabaja ahí hace muchos años, que era el contacto que tenía Andrés. Él nos explicó el funcionamiento de la clínica y después fuimos a recorrer. En el gallinero nos encontramos con Mark, un chiquilín un poco más chico de nosotros que estaba ahí cuidando a los caballos. Estuvimos charlando con él y se ofreció a ser nuestro “poison tutor”, es decir, nuestro guía. Nosotros casi no hablamos francés, pero él hablaba un poco de español y bastante inglés, así que nos entendimos bárbaro. Estuvo buenísimo recorrer el lugar acompañado por él, con el entusiasmo que le ponía a contarnos las cosas que hacían:

Después nos invitaron a almorzar, una comida muy rica con verduras cultivadas por ellos en la chacra. Comimos con Mark y otras tres personas que viven ahí, y chapuseando francés, mezclando palabras y con mímica, pasamos un lindo rato... Salí de ahí pensando en qué entendemos por "locura", ¿quién está más loco? ¿el que habla solo o el que mantiene encerrada a otra persona porque habla sola?