lunes, 20 de junio de 2011

La familia, la propiedad privada y el amor

Hay pila de costumbres que pensé que ya no estarían tan vigentes, pero sí. La gente se casa casi siempre dentro de la misma casta y en general lo hacen siendo muy jóvenes: aunque la ley indica que la mujer debe tener 18 años para casarse, vi muchas mujeres vestidas como casadas que parecían de mucho menos. Las mujeres casadas usan muchos signos externos “para que nadie las desee”. El principal y más inequívoco (porque sólo las casadas lo usan) es una marca roja en la cabeza, desde la frente y en toda la raya de la cabeza. Se cree que si la mujer tiene una raya larga en el pelo, el marido vivirá muchos años. Luego hay otras “marcas” que indican que la mujer es casada, como un piercing en la nariz, anillos y pulseras en los pies o pinturas en el cuerpo con henna. Los hombres casados, en cambio, no lo manifiestan de ningún modo.

Los matrimonios son arreglados entre los padres de los novios. Se le presenta una foto de la mujer al hombre y si le gusta, proceden a presentarlos (a la mujer no le muestran nada, suerte en pila!) La fiesta de casamiento dura seis o siete días y la paga el padre de la novia. Además, tiene que pagar la dote y aportar algunos bienes al nuevo hogar. Las buenas candidatas son mujeres educadas y que demuestran ser buenas amas de casa. Entre la educación, la dote y la fiesta, tener una hija es carísimo. Por eso y probablemente por motivos de valoración de los géneros, el “feticidio” de niñas es un problema importante en India.

Tradicionalmente en India y en Nepal, al morir el marido las viudas se convertían en “descastadas”, “intocables”. Esto quiere decir que nadie les da trabajo ni alojamiento y debían vivir de la caridad. Ante eso, tenían tres opciones. La primera de ellas era quemarse vivas junto al cuerpo de su marido. Un poco drástico, sí. En Nepal esa era la norma hasta 1923, cuando se prohibió esa práctica. Es curioso, pero casi cien años después de esa prohibición, el guía hacía una distinción entre “morir” y “ser cremada”. La segunda opción era casarse con el cuñado (hermano del esposo) y la tercera era irse a vivir en comunidad con otras viudas. Nos recomendaron una trilogía de películas de una directora india que vive en Canadá, que se llaman “Aire” (o “Agua”, no me acuerdo), “Tierra” y “Fuego” y muestran la vida de las viudas en cada una de esas opciones.

Las diferencias entre los géneros son bien marcadas. En la calle hay más hombres que mujeres en general, y de noche la diferencia es abismal. Casi no se ven mujeres y las que se ven están casi siempre con un hombre. Por eso, los hombres en la calle son bastante pesados con las mujeres occidentales. Miran mucho, se acercan y sacan charla, pero siempre con segundas intenciones.

Casi todas las mujeres indias están vestidas con sari, la vestimenta tradicional, que es un pañuelo largo de tela, puesto como pollera y luego cruzado adelante, dejando la panza al aire. Las telas son elegantes, muchas veces brillantes, limpias y bien planchadas, incluso en las situaciones más cotidianas. El tercer ojo rojo (a veces amarillo) en la frente, símbolo de buena suerte, es infaltable en las mujeres y a veces también lo tienen los niños y los hombres. Las pocas mujeres que se visten con ropa occidental se cubren hasta las rodillas y no usan escotes. Entre los hombres, en cambio, la vestimenta es casi totalmente occidental, con un estilo setentoso de pantalones tipo oxford ajustados en la cola.

Los niños están vestidos con estilo occidental aunque un poco distinto, con muchas cosas brillantes, o con tul. A los bebés les delinean los ojos (eso lo vi más en Nepal que en India), lo que les da un aspecto bastante sombrío, sobre todo porque suelen tener el maquillaje corrido de llorar, moquear y esas cosas de niño. A las niñas chicas, como hasta los seis años, les dejan el pelo corto como varón.

Algo que me llamó mucho la atención fue la relación que tienen los hombres entre sí. Los amigos o familiares se abrazan, caminan de la mano, se tocan, se sientan uno arriba del otro. Es una relación como la que pueden tener las adolescentes mujeres en Uruguay, pero en los hombres, incluso en hombres grandes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario