sábado, 10 de septiembre de 2011

Como en casa


Checa tiene una cultura totalmente distinta a la uruguaya. El checo es un idioma difícil y totalmente desconocido. Las mujeres checas son súper altas. Praga tiene más de mil años.
Y sin embargo, me sentí como en casa, rarísimo!
Pequeños detalles culinarios:

Plaza de la ciudad vieja de Praga. Puestitos de comida. Chori a las brazas, guisitos y olor a leña quemada, ahhh!

Sí sí señores, la vieja y querida torta frita! En pleno Praga. Ta, no era torta frita tal cual, tenía un poco de gusto a levadura y te la vendían con tomate y queso por arriba, pero fue lo más parecido que vi en el mundo!
Y lo más increible, "el país del Ricardito"!
El único país en que vi que vendieran ricarditos, tal cual, con la galletita abajo y el merengue, mmmm!
Además, otros detalles: gente tomando vino suelto, en botella de coca cola, por la calle; los lugares turísticos "al natural", no hiper limpios ni hiper cuidados, pero hermosos, lindos... La gente, bastante callada, reservada, con gusto por la música, agnósticos en un 80%... Las afueras de Praga, muy parecidas a un barrio de Montevideo, onda Malvín Norte, una cosa así. Y una melancolía en el aire...
Resumiendo, nada que ver con Uruguay. Pero igualito.

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