sábado, 10 de septiembre de 2011

Venezia


Pensaba que Venecia no me iba a gustar nada. Que serían tres cuadras lindas pero llenas de gente y el resto, una ciudad normal. Creí que el agua tendría olor a podrido, que sería una ciudad oscura y húmeda y que todo serían clichés del gondolero, la ciudad romántica, en fin.

Pero por suerte me equivoqué, y me encontré con una ciudad linda para caminar y perderse por unas calles angostísimas, con vueltas increíbles.

En realidad, sí es cierto que hay una parte de la ciudad que está en tierra firme y es una ciudad común y corriente. La mayoría de los venecianos viven ahí. Lo que conocemos como Venecia son 120 islas a las que se llega por un puente larguísimo (el puente de la Libertad), unidas por muchísimos puentes, con callejones sin salida por todos lados.

No vive mucha gente ahí, calculo que no será muy cómodo tener que llegar en barco a la puerta de la casa de uno. La mayoría de las casas están convertidas en hoteles, restaurantes u otras cosas vinculadas al turismo. Pero por lo demás, es una ciudad con todo, con barcos-taxi, barcos-ambulancia, barcos de todo tipo.









Andar en góndola sale carísimo, como 150 euros media hora, eso es lo más "clichetero" que tiene Venecia, pero aún así tiene encanto.


Gondolero fumándose un pucho y mandando un mensaje de texto. Tiempos modernos.

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